El sobrepeso y obesidad favorecen el daño vascular, es decir de los vasos sanguíneos; adicionalmente se asocia a colesterol alto y a diabetes mellitus; produciendo el daño de la función de los riñones, puesto que son órganos con gran cantidad de vasos sanguíneos.

El daño se expresa como pérdida de proteínas por la orina (proteinuria) que se observa como aumento en la espuma de la orina y se confirma con el análisis de la orina. Esta proteinuria, terminará desencadenando una insuficiencia renal crónica progresiva si no se trata a tiempo.

La creatinina es la sustancia que nos ayuda para evaluar la función de los riñones, sin embargo, en los pacientes con obesidad suele estar normal, lo cual no indica que no haya daño de los riñones; por esto es importante la evaluación por nefrología. 

Esta alteración en los riñones no suele dar síntomas, en algunos pacientes se puede ver la hinchazón de las piernas, por lo cual es muy importante establecer un manejo apropiado de la obesidad, con educación en hábitos alimenticios, manejo de la ansiedad, evaluación de otras condiciones asociadas como la diabetes que por sí misma también produce daño renal. 

Un trabajo multidisciplinar junto con el equipo de nutrición, endocrinología y psicología es muy importante para el paciente con obesidad, para así poder dar solución a su obesidad y las consecuencias de la misma.