Dra. Astrid Hernández

El sobrepeso y los riñones

Está claramente demostrado que la obesidad se ha convertido en una epidemia mundial. En Colombia, una de cada dos personas tiene sobrepeso u obesidad. La obesidad y el exceso de peso se constituyen en el quinto factor de riesgo más alto para las muertes globales de adultos. Esto se debe a que la obesidad, como es bien conocida, es un factor de riesgo de enfermedades como la diabetes, la hipertensión y las enfermedades del corazón.

La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es una complicación menos reconocida, pero no menos relevante, de la obesidad. La obesidad puede causar enfermedad renal crónica a través de diversas formas. Por un lado, podría contribuir, indirectamente, al inducir o empeorar la diabetes y la hipertensión, que en sí mismos son factores de riesgo bien reconocidos de la enfermedad renal. Por otra parte, la obesidad también puede causar daño renal de manera directa, al colocar una carga indebidamente alta en los riñones durante muchos años, ya que un cuerpo más grande necesita más función renal; además, genera cambios metabólicos nocivos como la inflamación y la oxidación, que repercuten directamente sobre los riñones.

Se estima que el 13,8% de la ERC en hombres y el 24,9% de ERC en mujeres de países industrializados puede estar asociada con sobrepeso u obesidad. Además de su ahora bien reconocida asociación con la enfermedad renal crónica, la obesidad también ha sido reconocida como un factor de riesgo para los cálculos renales, y para diversos tipos de cánceres como el cáncer de riñón, entre otros. Las personas afectadas por la obesidad tienen un 83% mayor riesgo de ERC en comparación con las personas con un peso saludable.

Hoy se conoce que la pérdida exitosa de peso puede resultar en un mejor control de la diabetes y de la presión arterial alta, y puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica.

"El autocuidado y la prevención son claves para reducir el riesgo de la Enfermedad Renal Crónica, y la estrategia 4x4, que implica reducir los principales factores de riesgo como son: el sedentarismo, la mala alimentación, el consumo y exposición al humo del tabaco y el uso nocivo del alcohol, se constituyen en la principal fuente para prevenir la Enfermedad Renal Crónica", explicó el Dr. José Fernando Valderrama Vergara, Subdirector de Enfermedades No Transmisibles, de la Dirección de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud y Protección Social.

Transformar nuestras decisiones de comportamiento habitual hacia estilos de vida saludable, entendidos como los hábitos de una persona que lleva una alimentación sana y balanceada, con porciones apropiadas de frutas y verduras, sumado al mantenimiento regular y sostenido de actividad física, y el abandono de hábitos perjudiciales como el consumo o exposición al humo del tabaco o sus derivados, así como la reducción del uso nocivo de las bebidas alcohólicas, y la conservación del tiempo necesario para el descanso y el sueño, se constituyen en los principales factores protectores para alcanzar un peso apropiado y reducir en porcentajes importantes el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades pulmonares crónicas, diabetes y enfermedad renal crónica.

Es fundamental promover la educación sobre las consecuencias nocivas de la obesidad y su asociación con la enfermedad renal, abogando por un estilo de vida saludable y las recomendaciones de la estrategia de salud para hacer frente a la magnitud de la carga de la obesidad y la enfermedad renal.

En este sentido, practique y conserve las siguientes recomendaciones:

  • Mantenerse físicamente activo, con un mínimo de 30 minutos diarios de actividades de intensidad moderada (caminatas, danza, natación o ciclismo) pueden reducir en un 40% el riesgo de desarrollar diabetes y otras enfermedades, como la enfermedad renal crónica.
  • La grasa en las comidas endurece tus arterias, agota tu corazón y promueve el acúmulo de azúcares en forma de grasa. Coma sano. Reduzca los fritos e incremente la ingesta de frutas y verduras en su dieta diaria.
  • Disminuya el consumo de azúcares y aumentará su salud y su bienestar.
  • Empiece el día con un vaso de agua.
  • Inculque y practique en su familia estilos de vida saludables. La prevención y los estilos de vida saludables desde la niñez son el secreto para mantenerse saludables a lo largo de la vida.
  • Valore su riesgo. Conozca sus cifras de tensión arterial, de glicemia y de peso corporal.

La clave para mantener su salud, a pesar de la Enfermedad Renal Crónica o alguna de sus enfermedades precursoras, está en reducir de peso, alimentarse saludablemente, realizar actividad física moderada y constante, no fumar, evitar excederse con el alcohol y dormir el tiempo suficiente.

Fuente: www.minsalud.gov.co/

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