Por la Dra. Astrid Hernández – Médica Nefróloga
La obesidad es el aumento de tejido adiposo que se comporta como un órgano que produce inflamación. La obesidad es uno de los principales factores de riesgo de Enfermedad Renal Crónica (ERC), incluso en personas sin diabetes ni hipertensión. Sin embargo, pocos pacientes saben que el exceso de grasa, especialmente la visceral, puede dañar directamente los riñones y acelerar su deterioro.
En este artículo encontrarás información clara y actualizada sobre cómo la obesidad perjudica la función renal y por qué los agonistas GLP-1 (como ozempic o semaglutida) y agonista dual GIP/GLP-1 (como mounjaro o la tirzepatida), son hoy el tratamiento más eficaz para perder peso y proteger tus riñones.
¿La obesidad puede causar daño renal?
Sí. La evidencia científica es contundente: la obesidad por sí misma puede producir enfermedad renal. Esto ocurre por varios mecanismos:
- Hiperfiltración glomerular por sobrecarga renal
Cuando aumenta el peso corporal, los riñones deben filtrar más sangre. Como resultado, este esfuerzo constante causa desgaste, engrosamiento de los glomérulos y, con el tiempo, pérdida de función renal. - Inflamación crónica
Asimismo, el tejido adiposo visceral libera sustancias inflamatorias que favorecen la fibrosis renal y el envejecimiento acelerado del riñón. - Resistencia a la insulina
Incluso sin diabetes, la resistencia a la insulina provoca retención de sodio, aumento de presión arterial y estrés oxidativo, todos dañinos para los riñones. - Mayor riesgo de enfermedades asociadas
Además, la obesidad aumenta el riesgo de:
– Hipertensión
– Diabetes tipo 2
– Hígado graso
– Síndrome metabólico
En conjunto, todas estas condiciones aceleran la progresión hacia Enfermedad Renal Crónica.
Síntomas de daño renal asociado a la obesidad
Aunque suele ser silencioso, algunos signos pueden alertar:
– Hinchazón en piernas o párpados
– Orina espumosa
– Cansancio persistente
– Presión arterial elevada
– Aumento de la frecuencia urinaria nocturna
Si tienes obesidad o sobrepeso, es esencial evaluar periódicamente tu función renal.
Tratamientos para perder peso: por qué Semaglutida y Tirzepatida son una opción efectiva y segura
Durante años, las opciones para bajar de peso eran limitadas. Sin embargo nada remplaza a realizar ejercicio físico, controlar el estrés, dormir bien y aprender a comer las porciones adecuadas, elegir alimentos que nos nutran, que nos gusten, y comer las cantidades que nuestro cuerpo realmente necesita.
Y si a pesar de todo lo anterior tu metabolismo no responde, ahí sí valoramos usar medicamentos como semaglutida, tirzepatida u otros. Pero siempre con la valoración de un especialista.
La semaglutida es un agonistas GLP-1 (como ozempic o semaglutida ) y actúan en una hormona llamada GLP-1 para aumentar la saciedad, ayudar a controlar el apetito y regular mejor la glucosa.
La tirzepatida es un agonista dual de los receptores GIP y GLP-1:
* GLP-1: aumenta la saciedad, reduce el apetito, retrasa el vaciamiento gástrico y mejora el control de la glucosa.
* GIP: potencia la respuesta a la insulina, mejora la sensibilidad metabólica y amplifica la pérdida de peso cuando actúa junto al GLP-1.
Como resultado: la tirzepatida reduce el apetito, mejora la regulación glucémica, facilita la pérdida de peso significativa y tiene efectos favorables en parámetros cardiometabólicos.
Pero recuerda: ningún medicamento sustituye hábitos conscientes. Y si llega el momento de usar semaglutida o tirzepatida, hazlo acompañado por especialistas que vemos la obesidad desde la ciencia y con empatía.
¿Cómo ayudan los GLP-1 a perder peso?
Estas son sus principales acciones clínicas:
✔ Menor apetito y menos ansiedad por comer
Actúan a nivel cerebral regulando los centros del hambre, disminuyendo la ingesta
calórica sin sensación de privación.
✔ Saciedad prolongada
Retrasan el vaciamiento del estómago, lo que permite comer menos con más
comodidad.
✔ Estabilización de la glucosa
Reducen picos de azúcar y mejoran la sensibilidad a la insulina, incluso en personas sin
diabetes.
Con este mecanismo, la pérdida de peso suele ser del 10–20 % en 6 a 12 meses, mucho más que con dieta y ejercicio solos.
Beneficios renales de los agonistas GLP-1
Una ventaja clave para pacientes con riesgo renal es que estos medicamentos protegen directamente la función del riñón:
– Reducen la presión intraglomerular
– Disminuyen la albuminuria
– Mejoran la salud vascular
– Reducen la inflamación y el estrés oxidativo
– Disminuyen el riesgo cardiovascular
– Ralentizan la progresión de la ERC
Por eso, su uso está altamente recomendado en personas con obesidad y riesgo de deterioro renal.
¿Quiénes pueden usar agonistas GIP/GLP-1?
Están indicados cuando existe:
* IMC ≥30, o
* IMC ≥27 con enfermedades asociadas (hipertensión, prediabetes, diabetes, hígado graso, apnea del sueño, enfermedad renal leve o moderada).
Son seguros en la mayoría de los pacientes, incluidos aquellos con enfermedad renal, siempre bajo supervisión médica.
Efectos secundarios habituales
Suelen ser leves y transitorios:
– Náuseas
– Sensación de llenura
– Malestar digestivo
– Estreñimiento
– Pancreatitis
Se controlan ajustando las dosis de manera progresiva.
¿Por qué es importante tratar la obesidad a tiempo?
Controlar el peso no solo mejora la calidad de vida. También:
– Disminuye la presión arterial
– Reduce la inflamación
– Mejora los niveles de azúcar
– Protege la función renal
– Reduce el riesgo cardiovascular
– Evita la progresión hacia insuficiencia renal
Cuanto antes se inicie el tratamiento, mayores son los beneficios.
Conclusión
La obesidad es una enfermedad que afecta silenciosamente a los riñones; sin embargo, hoy existen herramientas efectivas para controlarla y prevenir daño renal. Además, los agonistas GLP-1 representan el tratamiento más avanzado para perder peso y proteger los órganos a largo plazo. Por eso, iniciar tratamiento a tiempo hará la diferencia.
Si deseas, conocer si este tratamiento es adecuado para ti o necesitas una evaluación de salud renal, puedo ayudarte mediante consulta presencial en Palma de Mallorca o telemedicina para pacientes en España y Colombia.
