Por la Dra. Astrid Hernández – Médica Nefróloga
El verano es una época ideal para disfrutar del aire libre, viajar y realizar actividades físicas. Sin embargo, las altas temperaturas y los cambios en el estilo de vida pueden representar un riesgo para la salud de nuestros riñones. Como especialista en nefroprotección, quiero compartirte algunas recomendaciones clave para mantener tu función renal en óptimas condiciones durante esta temporada.
1. Controla tu presión arterial con más frecuencia si eres hipertenso
Con el calor, los vasos sanguíneos tienden a dilatarse, lo que puede provocar descensos en la presión arterial. En personas hipertensas, esto puede llevar a cifras más bajas de lo habitual y, si no se ajusta la medicación, a episodios de hipotensión, mareos o incluso caídas.
Recomendación: Mide tu presión arterial regularmente, especialmente si te sientes más cansado, mareado o notas cambios en tu estado general. Es posible que necesites ajustar tu medicación en verano, pero nunca lo hagas sin consultar a tu médico.
2. Hidrátate bien: la deshidratación daña los riñones
La deshidratación es una de las principales causas de daño renal agudo en verano. Incluso en personas sanas, la falta de agua puede reducir el flujo sanguíneo a los riñones y comprometer su función.
Consejo: Consejo práctico: Se recomienda beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día como base, pero esta cantidad debe aumentarse si estás expuesto al sol o haces ejercicio. Por cada hora de exposición solar intensa o actividad física, podrías perder hasta 600 ml de agua, que deberías reponer con una hidratación adecuada.
Evita bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína en exceso, ya que pueden aumentar la pérdida de líquidos.
3. Evita la exposición solar excesiva
Aunque suele relacionarse con la piel, el exceso de sol también puede afectar indirectamente a los riñones. Las altas temperaturas favorecen la pérdida de agua por sudoración y aumentan el riesgo de golpes de calor, que pueden poner en peligro tu función renal.
Medidas de protección:
- Evita el sol entre las 12:00 y las 16:00
- Usa ropa transpirable, sombrero y protector solar
- Bebe agua aunque no tengas sed
4. Cuida tu digestión: evita intoxicaciones y diarreas
En verano aumentan los casos de intoxicaciones alimentarias por alimentos mal conservados o mal manipulados, así como las gastroenteritis virales o bacterianas. Estos cuadros provocan pérdidas importantes de líquidos y electrolitos a través de la diarrea y el vómito, lo cual puede desencadenar un fallo renal agudo, especialmente en personas mayores o con enfermedades crónicas.
Advertencia importante: Ante cualquier episodio de diarrea o vómito, es fundamental reponer líquidos de forma inmediata. Utiliza agua, caldos suaves o soluciones de rehidratación oral, y consulta a tu médico si los síntomas se prolongan más de 24 horas o si aparecen signos de deshidratación.
5. No abuses de antiinflamatorios como ibuprofeno
Muchos recurren al ibuprofeno u otros AINEs (antiinflamatorios no esteroideos) tras caminatas largas, ejercicio o molestias musculares. Pero estos medicamentos, en un contexto de deshidratación o función renal vulnerable, pueden agravar o precipitar daño renal agudo.
Consejo médico: No tomes AINEs sin indicación expresa. Si necesitas aliviar el dolor o la inflamación, consulta con tu médico para valorar opciones más seguras.
6. Atención especial a personas mayores o con enfermedad renal crónica
Los adultos mayores, pacientes con enfermedad renal crónica, diabetes, hipertensión o insuficiencia cardíaca son particularmente sensibles a la deshidratación y a los cambios de temperatura.
Indicadores de alerta:
Asegúrate de que estas personas beban agua con frecuencia, aunque no manifiesten sed:
- Boca seca
- Orina oscura o escasa
- Fatiga o somnolencia
- Confusión
7. Alimentación saludable para proteger tus riñones en verano
Las comidas fuera de casa, los productos altos en sodio, los embutidos, frituras y el alcohol suelen aumentar en esta temporada, lo cual puede ser perjudicial para los riñones.
Recomendaciones alimentarias:
- Prioriza frutas con alto contenido en agua: sandía, melón, pepino, piña
- Evita ultraprocesados y embutidos
- Reduce el alcohol
Conclusión: el verano es para disfrutar, pero también para cuidar tus riñones
El verano es una temporada que invita al disfrute, pero también exige responsabilidad con la salud. Tus riñones trabajan silenciosamente para mantener el equilibrio de tu organismo, y una hidratación adecuada, protección solar, control de la presión arterial y cuidado con la alimentación son esenciales para mantenerlos en forma.
Si tienes una enfermedad renal crónica, antecedentes familiares, o tomas medicamentos que puedan afectar los riñones, no dudes en agendar una evaluación médica. Un control a tiempo puede evitar complicaciones mayores.
☀️ ¡Disfruta del verano, cuida tu cuerpo y protege tus riñones